VITAMINA D Y CANCER

Vitamina D y cáncer: cómo la suplementación diaria puede mejorar la supervivencia

17 de Agosto, 2025Odile Fernández Martínez

Vitamina D y cáncer: qué dice la ciencia sobre suplementación y supervivencia

La vitamina D es mucho más que “la vitamina del sol”. Hoy sabemos que interviene en la inmunidad, regula la inflamación y hasta influye en cómo nuestras células crecen o se diferencian. Por eso, desde hace años la investigación científica se ha centrado en su relación con el cáncer.

Lo que esto realmente significa es que, aunque la vitamina D no es una cura ni sustituye a los tratamientos convencionales, sí podría ser un aliado clave en la prevención y en la respuesta a la quimioterapia. Vamos a desglosar la evidencia disponible según distintos tipos de cáncer.

  • Cáncer de mama

Un ensayo clínico publicado en 2025 mostró que mujeres con cáncer de mama en tratamiento con quimioterapia neoadyuvante lograron mayor respuesta patológica completa cuando suplementaban con 2.000 UI de vitamina D3 diarias frente al placebo. En otras palabras, el tumor respondió mejor al tratamiento en casi el doble de pacientes.

👉 La conclusión: mantener niveles adecuados de vitamina D podría mejorar la eficacia del tratamiento en cáncer de mama. 2000 UI al día es una dosis segura para la mayoría de mujeres (mejor con k2 )


  •  Cáncer colorrectal

El ensayo SUNSHINE, en pacientes con cáncer colorrectal metastásico, comparó dosis altas de vitamina D (8.000 UI/día de inicio, luego 4.000 UI/día) frente a dosis bajas (400 UI/día).

El grupo con dosis altas presentó mejor control de la enfermedad y una tendencia a mayor supervivencia libre de progresión

👉 La conclusión: la vitamina D diaria, en dosis adecuadas, podría potenciar la quimioterapia en cáncer colorrectal avanzado.


 Cáncer de pulmón

Los metaanálisis muestran que la suplementación con vitamina D no cambia de forma clara la incidencia del cáncer, pero sí se observa una reducción significativa de la mortalidad por cáncer de pulmón en pacientes que recibieron vitamina D diaria.

👉 La conclusión: en cáncer de pulmón, la vitamina D puede mejorar la supervivencia a largo plazo, sobre todo en pacientes con déficit previo.


  •  Cáncer de ovario

La investigación aquí es más incipiente, pero los estudios observacionales sugieren que las mujeres con niveles bajos de vitamina D tienen peor pronóstico y más recaídas. En cambio, mantener niveles óptimos (40–60 ng/ml) se asocia con mejor respuesta al tratamiento y supervivencia más prolongada.

👉 La conclusión: aún faltan ensayos clínicos grandes, pero todo indica que la vitamina D también juega un papel importante en cáncer de ovario.


 ¿Qué tienen en común todos estos hallazgos?

  1. La pauta diaria es la que marca la diferencia. Los ensayos que usaron dosis diarias (1.000–4.000 UI) son los que mostraron beneficios. Las megadosis aisladas no han demostrado el mismo efecto. Es decir, el hidroferol mensual o quincenal no sirve

  2. No previene todos los cánceres, pero sí puede mejorar la supervivencia. Los datos apuntan a una reducción del 10–15 % en mortalidad por cáncer en quienes se suplementan con vitamina D diariamente.

  3. El objetivo debe ser el nivel sérico, no solo la dosis. Lo ideal es mantener una 25(OH)D entre 40–60 ng/ml, ajustando la dosis de forma personalizada.


 En resumen

La vitamina D no sustituye a la quimioterapia, la cirugía o la inmunoterapia. Pero puede ser un apoyo real en el abordaje integrativo del cáncer.

En mama y colon parece mejorar la eficacia de la quimioterapia, en pulmón se asocia a más supervivencia, y en ovario los datos iniciales son prometedores.

El mensaje práctico: mide tu vitamina D, corrige el déficit si existe y, con la ayuda de tu oncólogo y médico integrativo, mantén niveles óptimos. Es una intervención sencilla, segura y con un potencial enorme en salud oncológica.




Otras publicaciones

Comentarios (0)

No hay comentarios todavía. Sé el primero en comentar.

Deja un comentario